segunda-feira, 24 de janeiro de 2011

El secreto... el secreto que tiene tal vez... tus ojos!

El secreto de sus ojos...
Yo nunca había pensado en como eso sería tan simple…
Hace muchos meses que yo estoy acá, buscando una razón efectiva de convencerme de que el amor no existe más do que en historias contadas por grandes hombres y mujeres que lo no viven esas historias… pero apenas las imaginan y las hacen reales apenas en libros y películas…
Pero hace mucho tiempo también que yo no lloro así… creo que desde el día 4 de septiembre de 2010 yo no sé lo que es llorar la mirar una gran historia de amor.
En la verdad, hace algunos meses que yo estoy buscando olvidar mi propia historia… mi historia que yo viví, con muchos aciertos y también con muchos errores… pero mi historia.
Ahora yo sentí unas ganas muy fuertes de contar algo que pasó después de mirar otra historia…
Y la belleza de las cosas no está, efectivamente, en grandes momentos… pero sí en chiquitos… muy chiquitos segundos que pueden cambiar toda una historia…

“Puede ser que estaba buena la novela… Pero no es para mí.
No sé.. Vos te sentirás en final de tu vida, y querras mirar para atras… pero yo no puedo.
Yo tengo que ir a trabajar todo los días y vivir con esto que no lo se si sera LA justicia, pero es UNA justicia. Y al final del día tengo que volver a mi casa, y vivir con mi marido, y con mis hijos – que adoro.
¡Mi vida entera fue mirar para adelante! Atrás no es mi jurisdicción. ¡Me declaro incompetente!”

(…)

“¿Se da cuenta, Benjamín? El tipo puede cambiar de todo… De cara, de casa, de familia, de novia, de religión… de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín…  ¡No puede cambiar de pasión!”

(…)

“Irene: ¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que me volva a hablar?
Benjamín: Yo le hablo todos los días…
I: No soy intocable… tan poco soy de otro mundo.
B: Ojala… pero sí… Irene, dejémoslo ahí…
I: ¿qué dejémoslo ahí?
B: Ud. Vais a casar con ingeniero Sapiola.
I: ¿No estarás celoso?
B: No… por Dios… que sean felices…
I: ¿Hay algo para objetar?
B: No, no… no…
I: ¡Dele… objete!
B: ¡Irene… por favor!
I: ¿A donde nos vemos?
B: ¿Para qué?
I: Para presentarme sus objeciones…. a mi vida, a mi novio, a mi casamiento... y demás constancias que honran a la causa. 
B: podemos tomar un café cuando salirnos.
I: ¿Ahora?
B: Hummmm…
I: ¡8:30! ¿Lugar?
B: Las inmortales…
I: ¡La RichMontt!
B: Perdón… no pensé en algo tan elegante.
I: No Benjamín…. ¡Es algo lejos de acá!”

En la verdad, todo lo tiempo que él quería solucionar al caso de un amor extremo, el estaba mirando su propia vida en una vida de otra persona… su amor… tuyos sentimientos por una mujer eran los mismo.
Por eso es que decidió a escribir acerca de todo, usando una novela de su propia vida para contar una historia de amor sincero e muí especial.
Cuando sacó la primera foto, la foto que el descubrió todo el secreto… fue mirando a los ojos de una persona que miraba a otra… y el, mas do que nadie sabia justamente o que aquel ojos estaban diciendo… el, en la verdad, no tenia nadie de cierto… solo confiaba en tus propios instintos… y sobre todo… ¡en su propia historia y en su sentimiento! ¡El sabia, no fundo, o que era estar apasionado por una mujer! 

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